"Puedo vértelo en los ojos, entre guiños y sonrojos.
Puedo leerlo en tus manos. Y cuando te muerdes el labio.
Puedo verlo en tus gestos, divertidos y traviesos.
Puedo leerlo en tu mirada, soñadora y despistada.
No lo dudes más. Quédate. No mires atrás.
Porque lo mejor está por llegar".