Meses. Unos meses y tu vida da una vuelta. Otros pocos y da otras mil más. Llevo mucho sin pasar por aquí. Leo antiguas entradas y pienso. Pienso mucho. Alguna lágrima incluso. Nada raro en mí. Nadie te avisa. Nadie te prepara. Y lo peor, nadie dijo que fuera fácil. Y tenían razón. No lo es. Tiempo. Cambios. Sonrisas. Pasado. Presente. Futuro. Planes. Dudas. Miedos. Ganas. Ilusión y sueños. Siempre soñando. 'La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña. Nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar...' decía Whalt Whitman. A veces cuesta. Incluso hasta para ilusos soñadores como yo. Y es que el pasado, a decir verdad, pesa. Y duele. Y mucho. Y aunque tenga mil veces el nudo en la garganta y en el corazón, puede que sea hora de hacer caso a lo que de pequeños nos enseñó el viejo Rafiki. 'El pasado puede doler. Pero tú puedes escoger: huir de él o aprender de él'. Así que, después de algún que otro tropiezo, es tiempo de aprender. De aprender y ser feliz. O de, al menos, intentarlo. Muy mucho. Que jamás digan de mí que tiré la toalla. Que yo no soy de esas. No, señor.
Y es que para que haya una 'cuenta nueva', puede que quizá deba haber habido antes un borrón.
